Empecemos entendiendo que comunicación es percepción, es decir, comunicamos a través de lo que percibimos cotidianamente, tanto a nivel de personas como de empresas. Un ejemplo clásico es aquel lunes en la mañana en que Claudia (que labora en recepción), recibe la llamada de Rocío y ésta le consulta: “¿qué tal la nueva ah?” y Claudia responde: “no sé, no me cae”, Roció insiste e inquiere nuevamente, ¿por qué ah?, y Claudia espeta: “no sé, su cara…”; cuál fue el análisis en profundidad que realizó Claudia para poder emitir aquel comentario, ninguno, solo mera percepción que logró establecer a través de lo que comunicó la persona que llegaba a laborar en su primer día de trabajo.  

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Dada la ligereza y rapidez con la que se puede establecer percepción sobre la imagen de una persona jurídica o un personaje de exposición pública, resulta imperativa la implementación de protocolos de imagen y comunicación corporativa orientados a transmitir de manera transversal la imagen que se pretende irradiar, mucho más en tiempos de crisis, en los que la imagen se ve expuesta constantemente y comienza a distorsionarse en función del nivel de exposición consecuencia de la crisis y el manejo comunicacional de la misma.

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Situación similar ocurre cuando la imagen corporativa se ve afectada por la pérdida de confianza y su relación con el entorno, consecuencia de diversas causas, sean éstas endógenas o exógenas, finalmente terminan impactando en la imagen de marca (real, percibida y deseada). Es por ello, que resulta altamente sensible conocer la composición de elementos asociados (opiniones, ideas, prejuicios) a la construcción de la imagen corporativa, pues dado el alto nivel de subjetividad vinculado a dichos elementos, sumado a la percepción actual, se podrá determinar  el diagnóstico y plan de trabajo a ejecutar.

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Así las cosas, recuerde que el entorno tiene memoria, no olvida, distinto es que el tema sea remplazado por otro de mayor trascendencia mediática  y finalmente, no en vano hoy uno de los principales activos de las organizaciones son los intangibles, esos que son invaluables, como por ejemplo, el valor de mi imagen y en paralelo el de mi marca.

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